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En 2024, celebrando su 8.ª edición como festival, nos inspiramos en la poética del cuerpo como motor de creación.

 

 

La infancia nunca deja de tocarnos.

En esta casa cuerpo hay tantas ventanas como nudos.

Todo está hecho de arcilla, huele a jazmín

y las paredes sostienen el sucumbir del tiempo, excesivo e incierto.

cuerpo   casa   nido   barro

En la cocina la ternura se amasa siempre a la hora del café,

los dedos también escriben historias,

como que los niños se rebelan a través del pelo,

y en el jardín sucede un festín de muslos risueños.

A los cuerpos hay que amarlos antes de morir.

 

En lo profundo, en lo más profundo, queridas, todo está bien.  

Ahora nada en nosotras es demasiado.

Voz alzada, cuello erguido, oremos:

Querido cuerpo, habites la tierra que habites, te nombres en la lengua en que te nombres, ya basta de cubrir tus cerros, ya basta de sentir vergüenza.

 

A los cuerpos hay que amarlos antes de morir.

Cada vez que abrís la boca alguien os tira un deseo dentro.

Imaginaos bailando lento. Imaginaos sonriendo grande. Imaginaos echando la cabeza un poco hacia atrás y el pelo que se os mueve. Alguien os mira contento, os retira un mechón de la frente y os lo coloca detrás de la oreja; es un gesto sencillo y entendéis que eso es el amor.

La conciencia tierna del amor.

 

Bienvenidxs a NUDO.

                      *Texto escrito por Carmen Berasategui sumando frases de la revista Esto es un cuerpo pertenecientes a Belén López                                  Peiró, Violeta Niebla, Ana Jarque, María Sánchez, Nerea Pérez de las Heras y Violeta Gil.

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